El Ternasco al horno… Ayyy!! cuantos recuerdos familiares vienen a la cabeza… Es una receta de cordero que en muchísimas casas aragonesas siempre ha estado y está relacionada con las celebraciones. Os vamos a dar la receta de Ternasco tradicional para que la podáis hacer en casa, sin cocciones raras, ni vacíos ect. La receta que a nosotros más nos gusta y la que siempre ponemos en nuestra mesa cuando tenemos invitados. La que a base de hacer Ternasco al horno con patatas una y otra vez, nos da la confianza de que vamos a acertar si o sí.
Ternasco Asado con patatas
Para hacer Ternasco al horno, la pieza más utilizada es la espalda o paletilla, ya que da un resultado fenomenal. Queda jugosísima, cabe bien en una bandeja de horno y se cocina rápido.
La forma más común de cocinar el Ternasco es al horno y acompañado de unas patatas panaderas, que absorberán los jugos que suelte la carne y quedarán muy sabrosas por si solas. ¡En casa siempre nos peleamos por tener la ración más grande de patatas!.
Ingredientes para dos personas
- Una espalda o paletilla de Ternasco de Aragón IGP
- 4 Patatas (3 si son grandes)
- 10 Dientes de ajo
- 1 nuez de mantequilla
- 1/4 de vaso de Aceite de Oliva Virgen Extra
- 2 cucharadas de postre de Romero
- 1 cucharada de postre de Tomillo
- 1/2 cucharada de postre de Pimienta y media de Comino
- 1/2 Vaso de vino blanco o brandy
- Sal al gusto
- Agua
Preparación
1- En primer lugar, precalentamos el horno a 200 grados con calor arriba y abajo, para que al abrir la puerta para meter el asado la temperatura baje a 180 grados.
2-Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas de entre medio y un centímetro, untamos la base de la bandeja para horno con aceite de oliva virgen extra y las colocamos, apilando las patatas uniformemente a lo largo de la bandeja.
3- Ponemos en un mortero dos cucharadas de postre de romero, una de tomillo, media de pimienta y media de comino. Lo machacamos todo hasta hacerlo polvo. Si las hierbas que tenemos son frescas omitimos este paso, simplemente las mezclamos.
4- Echamos sal y 1/3 de la mezcla de hierbas aromáticas a las patatas y ponemos el vino blanco o brandy en el fondo de la bandeja con cuidado de no llevarnos la sal y las hierbas.
5- Untamos con la mantequilla, previamente derretida en el microondas, toda la espalda de Ternasco.
6- Si la paletilla la tenemos marcada para horno (se lo pedimos al carnicero), metemos dos dientes de ajo laminados en las marcas que nos han hecho en la carnicería.
7- Ponemos la paletilla de Ternasco sobre las patatas, con las marcas del carnicero hacia arriba, y repartimos sobre las dos caras de esta las hierbas restantes. Ponemos más cantidad de hierbas a la carne que a las patatas porque a lo largo del horneado éstas caerán sobre las patatas junto a los jugos que suelte el Ternasco.
8- Golpeamos un poco los ajos, lo justo para que suelten su sabor, y los repartimos por la bandeja sin pelar para que no se quemen.
9- Introducimos la bandeja con las patatas y el cordero al horno a media altura y bajamos la temperatura a 180 grados. Si el horno tiene ventilador, cocinar con él encendido.
10- Lo tendremos en el horno durante una hora y media. Le daremos dos vueltas, una cada media hora, regando con los jugos que vaya soltando. Si faltando 10 minutos no está tostada, ponemos el grill. Si vuestro horno no tiene grill, dejamos calor solo arriba y lo ponemos a máxima temperatura los 10 minutos restantes.
¡Y a servir! ¡Ya tenemos nuestro Ternasco al Horno con Patatas! Para presentarlo en un plato, ponemos una ración de patatas, cortamos la espalda de Ternasco por las marcas y servimos un trozo de esta sobre las patatas. ¡No sabríamos decirte si están más buenas las patatas o la carne!
¿Qué es el Ternasco de Aragón?
Por si no eres de la zona de Aragón (no todo el mundo es perfecto), te explicamos qué es el Ternasco.
Es un cordero que se cría exclusivamente en la Comunidad Autónoma de Aragón, más joven que los corderos que solemos encontrar en los super mercados y un poco más mayor que el lechal.
Esto hace que tenga un equilibrio de sabor inigualable, ya que no es tan fuerte como los corderos normales, ni tiene tan poco sabor como el cordero lechal.
A día de hoy lo podemos encontrar en toda España, ya que está a la venta en muchas de las grandes superficies.